“MI MADRE ES VUESTRA MADRE”

10.09.2014 20:09

         

                                

 

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Mensaje del Padre Celestial dado en Colombia. (14/02/1986)

Dios Padre Dice: “El amor de Dios Padre Creador, el amor de Dios Salvador, el amor de Dios Santificador esté con todos vosotros. Os cubro y os bendigo en el Corazón purísimo de vuestra Madre la Reina purísima que tanto ora por vosotros. Ella es el refugio de los últimos tiempos, Yo la elegí para ser la Capitana que guíe Mi Ejército en los últimos tiempos. En Ella he depositado la misión de ejercer todo Mi poder para los últimos tiempos.

   Que haríais sin Ella? ¿Qué haréis sin Mi Hija predilecta? Ella es quien recluta las almas para la batalla decisiva de los últimos tiempos. Os lo aseguro, el que no esté unido a la Reina no alcanzará el Reino, Ella es quien en los últimos tiempos os cubrirá en su Santo Corazón, en Ella estaréis seguros y firmes en la Verdad de Mi Iglesia.

   Escrito está en Mi Palabra Ella es La Mujer vestida de Sol con la Luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su santa cabeza: en esta imagen Yo os describí a Mi Iglesia.

   A Ella se le ha dado la misión de guardar a la Iglesia, Mi Verdadera Iglesia. Ella es la encargada de llevar al resto fiel a los ricos pastos y al Agua Viva, Ella es vuestra barca de salvación, Ella es el arca de los últimos tiempos, es el refugio de vuestro corazón, los sencillos serán refugiados en su Corazón, los de corazón humilde, los que Me aman y aman la Verdad y que pese a las dificultades son fieles a la Verdad. Os cubro y os bendigo en el Corazón purísimo de vuestra Madre la Reina purísima que tanto ora por vosotros”…

 

El magnánimo acontecimiento que el Espíritu Santo realizó en Pentecostés, Dios lo plasmó en la Imagen-Códice de Santa María Tecoátlxaloupe, como la depositaria de todo su Poder, Sabiduría y Amor dado a Ella para la misión de destruir el Imperio de Satán, el mismo que sus hijos –los adoradores de Bel-la Serpiente-Lucifer-, han vuelto a instaurar sobre la tierra en base al ocultamiento y persecución de la Verdad contenida en el Milagro del Tepeyac, para impedir que como Mediadora de Todas las Gracias las hiciera llegar a sus hijos. 

Jesús N.S Dice en su Santo Evangelio, “Llegará el día en que Dios sea adorado en Espíritu y en Verdad”, por el conocimiento de Dios y de Jesús, Redentor y Salvador, y la luz de la Luz de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María brillando fuera desde el templo del corazón de los seres humanos por la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Jesús N.S Dice: “Los Jacob de hoy son Sus hijos, los apóstoles de los últimos tiempos, y los grandes santos que son suscitados y formados por medio del Corazón de Mi Madre, para que sean un solo corazón con Nosotros por siempre jamás, pues Mi Reino no tendrá fin en vuestros corazones. Sed uno en Mi Amor”.

 

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De, El Mensaje de la Cruz, dado por Jesús Nuestro Señor a Lucy. Suazón, Francia 1970

Jesús NS Dice: “Todos los fieles piensan que ellos saben por qué todo el mundo llama a María, su Madre. Sin embargo, todos tienen un conocimiento muy imperfecto acerca de Su maternidad divina sobre vosotros.

Muchos aman a María como si Ella ‘fuera’ su Madre. Ahora bien, cómo la que os dio el ser se sentiría si vosotros le dijeses: ‘Yo te amo como si fueras mi madre’.

Muchos piensan que María es su Madre solamente debido a esas palabras que Yo pronuncié justo antes de morir, cuando viendo a Mi Madre a los pies de la Cruz y junto a Ella a Mi discípulo muy amado. Yo dije: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” y a Juan: “Hijo, ahí tienes a tu Madre”. Con ellas, y entre otras cosas, lo que Yo hice fue proclamar la maternidad de María sobre aquellos Míos que, puros y amorosos como Juan, poseen un espíritu como de niño.

La madre es aquella que da la vida. Ahora bien, María, os ha dado vida, pero Vida sin par, superior y de mayor excelencia. Ella os la dio en Nazaret, sobre el calvario y en vuestro Bautismo.

En Nazaret, Ella os concibió al concebirme a Mí. Ella sabía que por contestar al Arcángel Gabriel con un ‘Si’, Ella os daría Vida; o con un ‘No’, Ella os hubiera dejado en la Muerte. Ella respondió con un ‘Si’, con el fin de que vosotros pudieras Vivir. Por consentir en darme a Mí la vida, Ella también consistió en dárosla a vosotros. Ella es la más importante en la Obra de Redención, Ella os redimió, porque al consentir ser Mi Madre, Ella se hizo vuestra Madre.

Desde ese tiempo de la Encarnación en adelante, en los designios de Dios y en los Suyos –porque Ella conocía los designios de Dios y se adhirió a ellos con toda la fuerza de Su alma-, vosotros fuisteis parte de Mi Cuerpo Místico. Yo vine a ser la Cabeza de éste, y vosotros vinisteis a ser parte de sus miembros. Y aunque en una forma diferente, María nos llevó en su Seno Maternal, porque la Cabeza y los miembros no están separados.

María, es verdadera y única Sacerdotisa. Sobre el Calvario, Ella os dio a luz al ofrecerme en sacrificio por vosotros. Vuestra liberación del pecado y de la Muerte, fue consumada solamente sobre el Gólgota. Ahí Yo merecí con Mi Muerte por vosotros, la Gracia de que viváis de Mi propia Vida.

Ella me concibió como una víctima, Me alimento y Me crió en vista del Sacrificio, y en el momento supremo, por vuestra causa y vuestro bien, Ella me ofreció al Padre por vuestra salvación, renunciando a sus derechos Maternales sobre Mí. Ella es la siempre virginal, que no tenía nada, sino gozo en la Natividad de Su Primogénito, más aun, Ella os dio a luz y a vuestros otros hermanos en el más amargo dolor.

En esa hora Dolorosa, Su Maternidad fue realizada con respecto a vosotros, y precisamente por esa razón Yo quise entonces proclamar esta Maternidad, confiando Juan a María, y María a Juan. Mi palabra: “Mujer, he aquí a tu hijo; hijo, he ahí a tu Madre”, no creó esa Maternidad, sino que la promulgó, la confirmó, la contempló en la hora más solemne de Mi Vida, en la hora en la cual, Mi Madre se transformó completamente en vuestra Madre. Ella estaba en una mejor disposición para entender Su misión Maternal.

Al Bautismo, María os dio Vida sobrenatural, no solamente por derecho como sobre el calvario, sino de hecho. Vuestra madre terrena dio a luz, por decirlo así, a un niño muerto –con respecto a la vida sobrenatural-. Sobre la Cruz, Ella me ofreció al Padre con el fin de que vosotros vinierais a la Vida, a la verdadera vida que es la Vida de la Gracia.

La Gracia Santificante tenía que ser infusa en vosotros en la fuente Bautismal. María obtuvo para vosotros esta Gracia Santificante, sin la cual ninguna otra Gracia se imparte a ninguno. Gracia por la que de ser un hijo de la Ira, vosotros os transformáis en hijos de Dios.

María fue la que os dio a luz a vosotros a la Vida de Dios, por lo que María es verdaderamente vuestra Madre en el orden sobrenatural, así como la una que os dio a la luz de la vida terrena es verdaderamente vuestra madre de acuerdo a la naturaleza humana.

Sin embargo, ella es aún más vuestra Madre, sobre todo por la forma en que Ella os dio Vida para daros a luz. Vosotros le costasteis a ella inenarrables dolores y la vida misma del Uno, que era infinitamente más querido a Ella que Su propia vida.

Más aún, Ella continúa a velar sobre vosotros y a prodigar sus cuidados a lo largo del curso completo de vuestra vida en la tierra, mientras que las madres terrenas toman cuidado de sus hijos hasta que ellos alcanzan la edad adulta.

Y si por desgracia, vosotros llegáis a perder la Vida sobrenatural -por el pecado mortal-, a diferencia de las madres terrenas que lloran impotentes sobre los cadáveres de sus hijos, María tiene el poder de retornaros a la Vida sobrenatural cada vez que vosotros os priváis de ella.

Ella os ama sin importar vuestra imperfección e ingratitud, y Ella os ama con un amor, el cual sobrepasa inmensamente, por su intensidad y fuerza, el amor de todas las madres terrenas, desde Eva hasta la última madre que habrá sobre la tierra al final del mundo, puestas juntas y concentrado sobre solamente un hijo, es menor que el amor que María tiene por cada uno.

Pero María es una Madre para vosotros más que cualquier otra, sobre todo por la naturaleza de la Vida que Ella os ha dado. Esta Vida no es de corta duración, como la vida terrena sino una Vida Sin Fin, que os hace participantes en la Vida de la Santísima Trinidad, y por tanto, esta Vida nunca terminará y será incomparablemente bendita, porque con ésta participaréis en la felicidad de Dios mismo, por toda la eternidad.

¿Qué maternidad humana podría igualarse con una Maternidad así? Por tanto, María es vuestra verdadera Madre y una Madre así de perfecta, porque solo así podría Ella ser Mi Madre.

El Corazón Inmaculado de María, es un océano de Amor. Este Amor es el amor que existe entre Dios Padre y su Hijo Jesús,  es el Espíritu Santo que en el Corazón de María hizo su Templo, Ella Dice, “Porque es mi Amor Materno el que os salva”.

Lo cual no puede hacerse sin venir a María, Madre de todos los salvados por la Nueva Arca de la Alianza, el Corazón Inmaculado de María, la Iglesia de Dios Uno y Trino.

Y no hay cosa más grande que los hermanos, porque en cada uno está el Espíritu de Jesús, nuestro Hermano Divino. Por esto es que María es la Pacificadora entre el hombre y Dios y Mediadora de todas las Gracias que fluyen de la Cruz de Jesús.

Jesús Dice… “A la Encarnación, vosotros fuisteis parte de Mi Cuerpo Místico. Yo vine a ser la Cabeza de éste, y vosotros vinisteis a ser parte de sus miembros”, “Mira, para no equivocarte debes hacer así: ¿miras a tu prójimo? Piensa que me miras a Mí ¿Hablas con tu prójimo? Piensa que hablas conmigo. ¿Haces cualquier favor, cualquier trabajo por tu prójimo? Piensa que soy Yo quien te lo ha pedido. Entonces progresaras”.

En otro Dictado, Jesús NS dice… “Dios Padre creó para su Niño las bellezas de la tierra – y menciona los planetas, estrellas, galaxias, sus valles, montes, planicies, perfumadas y coloridas flores y frutos, etc.- y por esto “porque también vosotros sois su Jesús”. Y este otro Niño Jesús no se entera y presume como suyas las cosas de ‘su tierra’, y las contamina y pisotea, y distraído repite ‘son fenómenos naturales’ a aquellas cosas por las que su Padre le habla tiernamente o para sacudirlo de su modorra ante un peligro latente.

Recordar que si Mi Padre es vuestro Padre y vosotros sois mis hermanos, es debido a que Mi Madre es vuestra Madre.”

Jesús Dice, “Mis hijos, ustedes deben mucho, demasiado, a vuestra Madre Celestial".     

 

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“La Gracia Santificante tenía que ser infusa en vosotros en la fuente Bautismal. María obtuvo para vosotros esta Gracia Santificante, sin la cual ninguna otra Gracia se imparte a ninguno. Gracia por la que de ser un hijo de la Ira, vosotros os transformáis en hijos de Dios”.

El Sacerdocio Común de los Fieles. Jesús NS Dice, “Yo os he dado una misión igual a la Mía”.

Apoc.1:5 ‘Cristo nos ama y nos ha liberado de nuestros pecados derramando su sangre, y ha hecho de nosotros un reino; nos ha hecho sacerdotes al servicio de su Dios y Padre’.

De la Obra Monumental El Dios-Hombre. Vol.11

Jesús da su última instrucción a sus apóstoles antes de su Ascensión al cielo de regreso a su Dios y Padre.

“Dentro de poco vais a recibir un nuevo bautismo, el del Espíritu Santo. Os lo he prometido y vendrá a vosotros. El mismo Espíritu Santo descenderá sobre vosotros. Quedaréis llenos de Él, con la plenitud de los dones sacerdotales. Podréis así hacer lo que Yo he hecho con vosotros, infundiendo el Espíritu del que estaréis llenos para confirmar en la Gracia a los Cristianos e infundirles los dones del Paráclito.

Será un Sacramento real poco inferior al Sacerdocio que sirve en el altar, desde las solemnidades de las consagraciones mosaicas (la Ley dada a Moisés) con la imposición de las manos y la unción con el aceite perfumado, que en otro tiempo se empleó para consagrar a los sacerdotes.

No, ¡no os miréis espantados! ¡No digo palabras sacrílegas. No os enseño ninguna acción sacrílega. La dignidad del Cristiano es tal que, lo repito, es poco inferior al sacerdote que administra sacramentos. ¿Dónde viven los sacerdotes? En el Templo. Y un Cristiano será un templo vivo. ¿Qué hacen los sacerdotes? Sirven a Dios orando, ofrecen sacrificios y cuidan de instrucción de sus hermanos. Así deberán hacer… El Cristiano servirá con la plegaria, con el sacrificio y con la caridad fraterna”…

… “Entre más verdaderos sacerdotes haya en la tierra cuando los tiempos sean cumplidos, más corto y menos cruel será el tiempo del Anticristo y serán las últimas convulsiones de la raza humana.

Porque ‘los justos’ de quienes Yo hablo cuando predico sobre el fin del mundo, son los verdaderos sacerdotes; son las almas víctimas, desconocida milicia de mártires a quienes solo mi ojo conoce mientras que el mundo no puede ver, y aquellos que actúan con verdadera pureza de fe. Pero éstos últimos son, aún desconocidos para ellos, son almas consagradas y víctimas.”

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María, Mártir del Gran Perdón.

Jesús NS Dice, “Bajo esta luz debéis contemplar a Mi Madre, la Mártir del Gran Perdón, y a las almas corredentoras para las que en el cielo existe un lugar muy especial – porque más que ninguna otra, éstas son los otros cristos de que Yo hablo-, y en ese lugar estarán junto a Ella, la Redentora que con el Redentor llevó a cabo la Obra de Salvación del género humano”…

‘Mártir’ porque han renunciado a la cosa más querida por amor a Dios y a los hermanos: la vida humana.  Jesús Dice, “Vivid en y para vuestra misión… El mundo está alrededor vuestro. Este debe estar alrededor. Este no debe estar dentro de vosotros. Porque dentro, está Mi Mundo”…

La Virgen María Dice, “Por medio de mis mensajes, mis queridos hijos, llamé a todos los que aman a Dios y a sus hermanos para que con un amor de mártires ofrezcan sus vidas. Porque solo el amor que se olvida de sí mismo es capaz de dar la vida por otros. Porque solo el amor perfecto, sublime, es capaz de salvar la vida de la humanidad en la tierra y guiar a la luz a las almas ayudándolas a entrar a la Vida Eterna.

Porque lo que Dios quiere es la unidad en el amor y en la paz. Quiere salvar y convertir a los pecadores que corrompen la vida de sí mismos y la de los demás; a los que propician desuniones y descontentos, y a combatir a los que buscan empujar a toda la humanidad hacia la perdición. Y esto solo se hace trabajando por el Bien así como hay tantos que trabajan por el Mal para arrebatarle a Jesús las almas de sus hijos”.

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5 de Diciembre de 1978

Soy Verdadera Madre tuya y vuestra.

Escribe, hijo mío, soy María, la Madre de Jesús, y también Madre tuya y vuestra; verdadera Madre que os ama sin medida y sin límite.

¿Qué hace una  verdadera Madre, hijo mío?

   Una verdadera Madre ésta siempre con el pensamiento y con el corazón junto a sus hijos a pesar de que por las circunstancias esté separada físicamente de ellos. Su amor no sólo la lleva a pensar en ellos y a desear tenerlos junto a ella sino a participarles y darles todo cuanto puede; se preocupa por su salud; teme y se preocupa por los peligros que puedan ellos encontrar, y reza para que no sucumban ante ellos; llora por sus sufrimientos y se alegra por sus alegrías.

   En suma, trata de prodigarse en todos los modos sin preocuparse de ella misma ni de sus propias necesidades, quisiera siempre darse para ser con ellos una solo cosa. Esto es lo que hace y que exige el verdadero amor. Pero si, desgraciadamente, sus hijos, por haber endurecido su corazón en el mal no advierten el amor de su Madre o se ríen de él o no lo consideran en lo más mínimo…

   Tú  puedes comprender aunque no sea muy fácil, el dolor tan atroz del que son causantes en quien los ama más que a cualquier otra cosa. Pero si la perversión de los hijos llegara hasta el punto de ponerse en contra de su Madre, ofendiéndola, insultándola y burlándose de ella. ¿Quién podría tener  palabras para expresar el dolor de esa pobre y desventurada Mamá?”  

-Los hijos del Adversario de María (Apoc.13:11), en sus sectas, arengan las mismas palabras pronunciadas sobre Juan y María en la hora más sublime del Redentor, diciendo que Ella, la Virgen-Madre, tuvo otros hijos además de Jesús. Hasta ese punto de la vida de Jesús, ¿tenía Él que develarle el secreto a Juan de que María era su madre? O, ¿María no sabía que Juan era su hijo? Oh, porquería de perversión a la que han llevado al mundo por medio de los guiones de películas y de truculentas telenovelas, que los tarados llegan a creer por ser igual de malos que quienes los engañan para perderlos.

Abominaciones salidas de la mente de Satanás, el Adversario de María (Gen.3:15), y pronunciadas por las fauces de dragones que de principio a fin están detrás del poderoso ídolo de las pantallas grande y chica, y por el que los hijos de esta Bestia han preparado la ruina de la Era de Paz, que no podrá ser debido a los falsos profetas de los que han salido los pastores y su caballada de sectas – cuya unidad se basa en la persecución a María, con el fin de instaurar el corto pero terrible reino de la mujer-iglesia de los demonios: la Masonería Eclesiástica.

En una reflexión que hace Jesús NS sobre las burlas e insultos a su dulce y amorosa Madre por parte de los sacerdotes que azuzaron a la endemoniada chusma a lo largo del Camino del Calvario, y a la Crucifixión, Jesús Dice, “Y eso Yo no lo olvido”. Es decir, aquellos que profieren cualquier agravio e insulto a su Madre y nuestra, no tienen perdón. Muchos son los casos de muerte fulminante, que en rayo de la justicia divina ha caído sobre los que se han vuelto hocico de Satán para proferir insultos a Ella, y que murieron ahogados por la ennegrecida lengua que les saltó afuera para comprobación de lo que significarán sus tormentos en repago a su abominable pecado.

Pero castigo también se merecen los que no defienden a su Bendita Madre, y los que no ofrecen reparación por tantas ofensas a su Inmaculado Corazón.

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MARÍA, REINA DE TODAS LAS VICTORIAS.

 “Escribe, hijo Mío, soy Jesús y quiero continuar con el tema interrumpido hace dos días.

   Un gran e inigualable tesoro de mi Iglesia es mi Madre Santísima, que también es verdadera Madre vuestra y es Reina del Universo, Reina de todas las Victorias, Reina del Cielo y Reina de la Iglesia. Ella ama con un amor semejante al mío y, puesto que por Gracia Ella puede todo lo que Yo Puedo, os ama como os amo Yo mismo.

   Solo monstruos de abominable maldad pueden no amar a mi Madre, que después de Dios es la primera del Cielo y de la Tierra, la primera del universo del mundo y a la que ninguna criatura podrá jamás igualar ‘ab aeternum’.

   Es desde esta visual desde donde se debe contemplar a mi Madre, que es la única criatura salida perfecta e Inmaculada del Amor y la Potencia de Dios Padre creador, porque es la única que no conoció la común culpa con la que nacen todos los hombres. Jamás perteneció a las potencias oscuras del mal; no conoció el dominio de Lucifer ni siquiera por un instante, porque en toda la duración de su vida no conoció culpa alguna, ni siquiera la más leve. Su espíritu, su corazón y su cuerpo jamás fueron ni rozados por el mal.

   Ella nació y vivo en un candor perfecto y en una transparencia semejante en todo y por todo al candor y a la transparencia de Dios Uno y Trino. Por esto, antes aun de que fueran puestos los cimientos de la Tierra y del Mundo Ella era ante Dios el objeto de sus Infinitas complacencias.”

1Ped.2:1-3 “Por lo tanto, abandonad toda clase de maldad, todo engaño, hipocresía y envidia, y toda murmuración. Como niños recién nacidos, buscad con ansia la leche espiritual pura, para que por medio de ella crezcáis y tengáis salvación, si es que realmente os habéis percatado de que el Señor es bueno”.

Dice Jesús: ¿Cómo podéis vosotros, nutridos de ese pecho purísimo, no tomar semejanza espiritual de María? Ella os estrecha a su pecho, tan flacos, enfermos, sucios como estáis. Y os limpia, os nutre, os lleva ante  su Primogénito porque quiere que lo améis.

   Si no fuera por los cuidados de María, por las oraciones de María, la raza humana ya no existiría. La hubiera cancelado porque verdaderamente vuestro vivir ha tocado lo profundo del Mal y la Justicia esta herida, y la paciencia esta colmada, y el castigo está preparado. Pero es María que os protege con su manto, y aunque Yo puedo, solo con volver la mirada, hacer que se postre el Paraíso y tiemblen los astros, nada puedo contra mi Madre.

   Soy su Dios, pero sigo siendo su Niño. Sobre ese Corazón he reposado en el primer duelo de infante y en el último de la muerte, y sé todos los secretos de ese Corazón. Sé tanto, que castigaros sería traspasar de dolor a la Madre del género humano, a la Madre verdadera, que siempre espera poder conduciros a su Hijo.

   Soy su Dios, pero Ella es mi Madre. Y Yo, perfecto en todo, os soy Maestro también en esto: en el amor por la Madre. A quien en el mundo, aún cree, Yo digo: “La salvación del mundo está en María”.

   Si supierais cómo Dios se retira en el profundo, ante la marea, cada vez más creciente, de los delitos que cometéis, vosotros deicidas, vosotros fratricidas, vosotros violadores de la ley, vosotros fornicarios, vosotros adúlteros, vosotros ladrones, vosotros sentina de vicios, temblaríais. Pero os habéis vuelto necios.

   Ahora, María queda como único puente. Pero si la despreciáis también a Ella, seréis aplastados. No permito que sea escarnecida Aquella en quien el Espíritu Santo descendió para generarme, Hijo de Dios y Salvador del Mundo”.

 

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En el Nombre de María.

  “En el nombre de vuestra Madre Celestial, sí, en el Nombre de María, los turcos fueron derrotados, cuando ellos pusieron sitio a la ciudad de Viena y amenazaron invadir y destruir el completo mundo Cristiano. Ellos eran, por mucho, superiores en fuerza, en números y en armas, y ellos pensaron que su victoria estaba asegurada.

 

   Sin embargo, yo fui públicamente invocada y llamada; mi Nombre fue inscrito sobre sus banderas y llamado en voz alta por los soldados, y de esta manera, a través de mi intercesión, ahí tuvo lugar el milagro de esta victoria, la cual salvó al Mundo Cristiano de su destrucción.

Es por esta razón que el Papa instituyó, en este día, la Fiesta del Nombre de María”.

 

≥ En más de una catequesis Jesús NS explica y dice que aquellos que mueren en el Señor son los que en su agonía hacen su asidero de los Santos Nombres de Jesús y María; esto solo es perdón e indulgencia. Los Cristeros tenían de la práctica piadosa del pueblo el ayudar a bien morir a los heridos propios o del ejército enemigo hablándole al alma y repitiéndole, y de ser posible que el agonizante repitiera ‘Jesús, María, perdonadme’, ‘Jesús, María, os amo’… como seguro pasaporte al Cielo. ¿Para cuántos no ha habido quien les dé esta última oportunidad de salvación? De hecho el Santo Padre dio un prescrito indulgenciando el grito Cristero para los agonizantes –y del que ellos hicieron un buen uso de tan enorme Gracia: ‘¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe!’

 

1Jn.4:16-18 “Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque en este mundo nosotros somos de Jesucristo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor supone castigo. Por eso, el que teme no ha aprendido a amar perfectamente”.